Las penas sin glorias.

Había dicho que solo iba a hacer hincapié en las glorias, pero ya no es 12, así que me importa menos que una mierda.
Hoy las penas me tienen de mal humor, enojada con el mundo, triste, con ganas de tirarme a dormir y despertarme dentro de varios meses. Siento que, a veces, mis relaciones sociales son una ilusión creada única y exclusivamente por mí misma. Debo ser medio pelotuda o bastante sorete como para que estas cosas me pasen un millón de veces.