Los vahos del 2008

Estoy en plena faceta organizadora de archivos de la pc porque se viene la notebook y necesito todo grabado en categorías para no marearme y dejar el caos de lado. Entre las miles de imágenes se traspapelaron varios bloc de notas y encontré un interesante balance del 2008. Hay cosas que mantengo, que creo que todavía son así, pero, por ejemplo, mi perspectiva en cuanto Nicolás y Matías cambió mucho. El primero terminó no siendo soberbio ni cruel y el segundo jamás fue hecho a mi medida (And after all I'm glad that I'm not your type), pero es verdad que fue una ola de aire fresco aunque después terminó siendo una cámara de gas.

Hoy siento que estoy en condiciones para hacer un balance anual. No sé si hoy durante todo el día, pero sí hoy en este mismo momento. Y yo no sé si vale la pena hacer estos famosos recuentos de desgracias y cosas felices, pero este año fue tal la acumulación, tan frenético el viaje, que quizás lo mejor es vomitar un poco todo y seguir mi/nuestro curso natural de corridas, tropiezos, vuelta a levantarse y así sucesivamente, bien cíclico y horroroso. Bueno, no es tan malo después de todo.


Marzo del 2008 parece tan lejano. Haberlo conocido en persona a Alejandro fue algo inexplicable, casi fantasioso. Parecía todo tan fuera de contexto... es increíble que haya pasado tan poco y a la vez me sienta tan diferente a la persona que alguna vez se despidió de él en el aeropuerto con casi nulas esperanzas de volverlo a ver. Dentro nuestro sabíamos que esa iba a ser la primera y la última vez. Vernos era cerrar una etapa de casi dos años a la distancia; la frutilla del postre.


Y después... Freddy. Las idas y venidas, mi incomodidad, mi evidente inmadurez. Sabía por sobre todas las cosas que lo quería, que me gustaba su compañía... pero no pude verlo como una pareja, no pude conservar la química ni salvar a los bosques del alma.


Nicolás es quizás un hecho demasiado fresco como para hablar sobre él, especialmente en estos días en los cuales todavía no puedo entender la crueldad y la necesidad de imponerse sin escuchar ni leer nada de lo que le decía o escribía. La soberbia, el jueguito del detective... Bueno, de todas formas pasamos buenos momentos juntos revolviendo librerías, escuchando hippies cantar en plazas y yendo a pudrir la voz a Red Bell entre cervezas, whisky y fernet. Alguien me dijo (y de verdad no me acuerdo quién) que las relaciones son más fáciles de terminar justamente de esta manera: peleando. Es hasta más simple continuar y buscar lo que nos hace bien. Espero que a los dos nos esté dando resultado.. y sino es así hay que armarse de paciencia, ya llegará.


Matías, mi presente, mi hoy, mi ahora. Es como un respiro lleno de alivio haber cortado una racha de distancia de 5 años (3 en realidad si consideramos relaciones serias) y principalmente haber conocido a alguien tan... para mí. Sí, sí, caco y todo sos para mí, jah! Estoy esperando ansiosa internarme en tu casa a ver películas, sacar toda nuestra faceta gamer y engordar mil kilos comiendo todas esas cosas que dijimos que algún día ibamos a comer (incluyo mis pulpitos súper aceitosos). RAWR!


Pero no, mi año no estuvo solo dividido en hombres. Este ciclo lectivo fue fatal para mí. Me dejé estar como nunca antes y como resultado obtuve llevarme absolutamente todas las materias más un taller más la previa del año pasado, Geografía. Me angustia la situación, pero soy optimista en cuanto a todo esto y estoy muy segura de mi misma. A partir de Enero se viene el estudio intensivo, así que ya voy plastificando los resúmenes para leerlos en la pileta con un martini en la mano...


Este año estuvo lleno de altibajos emocionales que afectó mi relación con la familia que uno elije, o por lo menos con una parte. Creo que después de un tiempo pudimos reponernos de sealoquehayasidotodoeso y hoy en día las cosas marchan bien, de manera estable y me gusta. Me siento cómoda de nuevo y espero que a la inversa sea así también. Quizás no soy muy abrazadora ni me desvivo diciendo palabras de cariño (de a poco me van entrenando...), pero todos aquellos que son mis amigos saben que los quiero y que son una de las cosas más importantes en mi vida Si no existieran ustedes todo se iría realmente al carajo y no habría porrón de cerveza que hiciera más liviano el momento.


Y mi familia... mi familia! Hubo avances. Chiquititos, mini mini, pero avances al fin. Nos dijimos cosas, confesamos, explotamos, gritamos, lloramos... quizás el 2009 sea nuestro año... qué más quiero yo.


Conocí gente nueva, me divertí, salí, me emborraché, fumé, conocí los ataques de pánico, asumí, me bajé, me comprometí, seguí...


Creo que en resumen eso es todo. Estaba convencida de que este era un buen momento para escribir... y no me equivoqué. Me encanta escribir a la mañana.

El 2008 fue un año caótico en cuanto a relaciones. No, un hombre no me define, pero mi vida está dividida entre señores y colores de pelo.

'Te acordás de lo que pasó X día en Y año?'
'A ver... en ese tiempo yo salía con Z y tenía el pelo color W... ya me acuerdo'.

Son locos los cambios que se sucedieron durante año y medio. Las vueltas de la vida me llevaron a lugares descartados de mis planes, como Córdoba, o me encontraron rompiendo lazos amistosos como los que tenía con las chicas de mi curso, en ese entonces mis amigas. Dudé del concepto de amistad, fortalecí mi autoestima (en ciertos puntos específicos), me mandé miles de cagadas, experimenté mi egoísmo, tomé conciencia del daño que soy capaz de hacerle a otra persona, vomité el pasado, me agarré del futuro, volví 3 casilleros atrás como en el juego de la oca por mi eterna melancolía, me despersonalicé y eso me permitió relatar mi vida como hablando de otra persona, conocí duros casos neuropsiquiátricos, descubrí nuevas bandas, me uní a una, quise carnavales y encontré fatalidad.
Ahora mi resúmen de año punto por punto sería bastante diferente, y por ahora el dato más significativo es que estoy conociéndome a mí misma necesariamente sola pero no en soledad.