Me acordé de eso, lo de la muerte igualadora*, y creo que el hospital de día también es igualador. No importa que seas facho, comunista, lesbiana, nerd o ninfómana, todos estamos un poco tocados de la cabeza. Somos los locos lindos.
Hablando justamente de eso, hoy vi el capítulo de Dr. House en el que él está internado en un neuropsiquiátrico y me llené de angustia. Me hace acordar mucho al AB (sector de internación para casos fuleros) y también me ayuda a revivir los gritos desesperados de esa mujer, atada supongo, que no para de gritar desde hace 3 días. Tiene buenos pulmones.
Me molesta que el suicidio sea un tema tabú. La mayoría de nosotros alguna vez experimentamos la sensación de querernos matar, literalmente. Algunos más, otros menos, quizás por el trastorno o enfermedad o simplemente por angustia. Entonces encuentro el hospital como algo liberador. Podemos contar nuestra situación sin reparos como si comentaramos al pasar que hoy nos comimos una medialuna.
*(...)
Nuestra vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a sé acabar
y consumir;
allí, los ríos caudales
allí, los otros medianos
y más chicos;
y allegados, son iguales
las que viven por sus manos
y los ricos.
(...)
Pues la sangre de los godos
y el linaje y la nobleza
tan crecida,
¡por cuántas vías y modos
se pierde su gran alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
por cuán bajos y abatidos
que los tienen.
otros que por no tener,
con oficios no debidos
se mantienen.
(...)
Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas
con casos tristes, llorosos
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
Así que no hay cosa fuerte;
que a papas y emperadores
y prelados
así los trata la Muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
(...)
Pues su hermano, el inocente,
Que en su vida sucesor
Le hicieron,
¡qué corte tan excelente
tuvo y cuánto gran señor
le siguieron!
más como fue mortal,
metióle la Muerte luego
En su fragua.
¡Oh, juicio divinal,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua!.
(...)
Tantos duques excelentes,
tantos marqueses y condes
y barones
como vimos tan potentes,
di, Muerte, ¿do los escondes
y traspones?
Y las sus claras hazañas
que hicieron en las guerras
y en las paces,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerza la aterras
y deshaces.
Jorge Manrique
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