Es curioso. Estoy comenzando a implementar el reir PARA no llorar y, en algunos casos, realmente funciona. En situaciones que quizás la mayoría de las personas considerarían importantes a mí ya no se me cae ni una lágrima, pero si, por ejemplo, se me rompe un vaso, lloro océanos. No creo que sea porque le tengo amor inconmensurable al vidrio, mas bien me tiro a la idea de la acumulación de angustia.
la ebriedad
Hace 1 semana
1 comentarios:
Hola, gracias por tu comentario :)
Me ha gustado mucho lo que he leído en tu blog, es muy interesante y me agrada :o!
¡Feliz año nuevo!
Publicar un comentario